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Indistintamente estés entrenando o ya seas un profesional de la natación, sabes que una de las claves fundamentales de esta disciplina no solo está en las técnicas de movimientos dentro del agua. Lo más importante para un buen desplazamiento y rendimiento es mantener el cuerpo relajado y eso lo logras a través de la respiración.

Si estás acostumbrado a la piscina y manejas muy bien la técnica respiratoria, quizás este método no te funcione igual para aguas abiertas.

A continuación, te contamos cuáles son las diferencias de respirar en mar abierto y en la piscina.

Indice de contenido

Diferencias entre la respiración en aguas abiertas y en una piscina

Respirar en aguas abiertas y en una piscina

Nadar puede ser fácil, pero cuando te enfrentas al ambiente donde lo practicas, puede cambiar de forma total la manera de hacerlo. ¿Conoces las diferencias de nadar en aguas abiertas y en la piscina? A continuación, te contamos todos los detalles.

Antes de continuar, si estás leyendo este artículo, eres un atleta de alta competición y tu nivel lo has llevado a una categoría profesional, puedes optar por una beca de natación en EEUU. Puedes combinar tus estudios con la natación, lo que aumentará tu nivel deportivo y te asegurará un mejor futuro.

Ahora sí, vamos a hablar de las disparidades de estos dos lugares para entrenar la forma y la respiración que se debe tener en cada uno. Para ello, analizaremos algunos factores que intervienen.

Temperatura del agua

El agua de la piscina, por lo general está climatizada, lo que significa que la temperatura es agradable y nadar no afecta la frecuencia respiratoria. Lo ideal es respirar cada dos brazadas, aunque algunos prefieren cada 3 o más.

En el mar, la temperatura del agua es baja, por lo que la respiración aumenta. Puede que el cuerpo pueda entrar en hipotermia y tiendas a hiperventilar. La recomendación aquí es usar un bañador de neopreno que impida que el frío penetre en tu cuerpo y puedas mantener tu temperatura corporal.

Oleaje y corrientes

En la piscina no tendrás problemas con esto, ya que el agua es tranquila y no contiene olas ni corrientes. Pero en el mar es diferente, no solo debes concentrarte en recargar tu cuerpo con oxígeno y expulsar el Dióxido de Carbono. Además, debes calcular el oleaje y la dirección de la corriente del agua.

En este caso, la respiración no es una regla constante, porque las variaciones de la marea y las corrientes influyen en el ritmo respiratorio. Así que lo ideal es que practiques la respiración bilateral. No solo te ayudará a saber cuál es la posición de tus oponentes, sino que añadirá estabilidad a la musculatura de tu cuerpo.

Orientación

Nadar en la piscina es placentero si tienes delimitado el espacio físico. En la piscina tienes un carril y una boya que harán que tu nado se mantenga alineado por la orientación visual, así que no te desorientas mientras respiras.

No obstante, sumergido en aguas abiertas la confusión puede hacerte perder el norte de la competición. Aunque en algunos casos se delimitan con boyas, a veces la misma corriente las esconde. Así que la desorientación puede restarte bocanadas de inhalación.

Cuando esto ocurra, es necesario que mantengas la calma y ejerzas de forma alterna una respiración bilateral con una respiración frontal. Te permite ubicarte y saber en qué dirección exacta vas. No puedes elevar mucho la cabeza, ya que la cadera baja y le restas velocidad a tu cuerpo. Hazlo muy ligero y cuantas veces sea necesario.

Beneficios de la respiración bilateral

Respiración Bilateral

En la piscina es normal que te acostumbres a respirar del lado dominante. Aunque no lo creas, si eres diestro respiras a la derecha o viceversa. No obstante, esta forma unilateral puede traerte a la larga contracturas musculares en el cuello, hombros y en la cervical.

La respiración bilateral te dará 3 beneficios destacados que puedes emplear en grandes distancias de aguas abiertas o en la piscina. Lee detenidamente cuales son y pon en práctica esta técnica de respiración eficaz.

Rendimiento

Cuando respiras hacia ambos lados, las brazadas no pierden el ritmo. Por lo que el desplazamiento será más efectivo y veloz. Además, en la fase de fatiga, esta técnica contrarresta este desgaste.

Cuando rotas ambos hombros de lado a lado este movimiento te permite ganar velocidad. Además, tu capacidad pulmonar aumenta al inhalar más rápido el oxígeno que necesita tu cuerpo para avanzar.

Equilibrio

La tendencia a ir de lado no será un problema en esta respiración bilateral. El movimiento respiratorio te permite alinear tu cuerpo en una constante estable.

Aunque las corrientes en aguas abiertas sean intensas o el oleaje sea fuerte, esta modalidad de respiración te ayudará a ganar estabilidad y elasticidad. Sentirás que tu cuerpo está relajado y estable para continuar a pesar de las dificultades del mar.

Oxigenación

Respirar

Los intervalos de respiración en la natación varían según cada brazada, cada estilo y cada técnica. No obstante, con una respiración bilateral los márgenes de tiempo entre una respiración y otra son cortos.

Esto equivale a que el cuerpo esté bien oxigenado y tus pulmones estén irrigando siempre sangre oxigenada a tu cuerpo para mantenerlo relajado y concentrado. Así que, si aún no te animas a practicar esta respiración, solo es cuestión de técnica y de adaptación.