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Puede ser difícil imaginarse la realización de algún tipo de deporte o entrenamiento sin el acompañamiento de la música. Muchos deportistas han notado que su desempeño mejora notablemente al escuchar cierta clase de música, por lo que la incluyen en su rutina diaria. Pero ¿realmente puede influir en el rendimiento deportivo de forma positiva? Son diversos los estudios realizados sobre este tema y la ciencia ofrece una respuesta sorprendente. A continuación se detallarán las conclusiones de los principales estudios científicos al respecto, los beneficios de la música para la mente y el cuerpo y cómo elegir el tipo adecuado para ejercitarse.

Indice de contenido

Lo que la ciencia revela

Desde principios del siglo XX, son diversos los estudios científicos que analizan si la música realmente puede ayudar en la mejora del rendimiento deportivo ya que muchos deportistas han afirmado esto. Fue en 1902 cuando MacDougal  postuló que la música ayudaba en la ejecución de los movimientos al realizar ejercicios. Pero no fue hasta 1970 que aumentó el número de estudios que permitieron obtener resultados concluyentes al respecto.

Estos estudios realizados han utilizado parámetros psico-fisiológicos, tales como la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el rango de esfuerzo percibido y el lactato sanguíneo para analizar el impacto de la música en el cuerpo con la mayor precisión posible. Varios científicos han planteado la posibilidad de que el ser humano posee una predisposición inconsciente para sincronizar los movimientos corporales con el ritmo de la música. También se cree que el efecto relajante que produce una melodía permite que la persona perciba realizar un menor esfuerzo al practicar actividad física; esto se debe a que se produce una menor respuesta simpática (menor percepción y concentración hacia el dolor físico) que ocasiona un aumento en la resistencia del deportista.

 

Pero algunos trabajos han revelado que la música no es únicamente útil durante el entrenamiento, sino antes y después de este. Estudios realizados en 2012 concluyeron que durante el calentamiento puede aumentar fisiológicamente el rendimiento en el ejercicio anaeróbico. En cuanto a la recuperación, se ha demostrado que al escuchar música los niveles de las hormonas del estrés bajan, lo que contribuye significativamente a una recuperación más rápida.

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Los principales beneficios para la mente y el cuerpo

Está demostrado que escuchar música tiene un impacto positivo en el rendimiento de los atletas que la usan durante sus rutinas diarias. Entre los beneficios de ejercitar al ritmo de una buena pieza se destacan:

  • La disociación, es decir, ayuda a disminuir la sensación de agotamiento en ejercicios de intensidad baja y media.
  • La sincronización de los movimientos corporales con el ritmo musical favorece el rendimiento en ejercicios repetitivos.
  • Regula los niveles de estimulación, que permite otorgar una sensación de mayor energía al empezar a entrenar o producir relajación al terminar.
  • Influye positivamente en la adquisición de nuevas habilidades motoras.
  • Reduce la sensación de dolor y ansiedad, por lo que resulta ideal en caso de lesiones al momento de la recuperación.
  • Puede ser usada como incentivo en la población sedentaria debido a sus efectos estimulantes que permiten retrasar la fatiga.

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¿Qué tipo de música es la más adecuada?

Para escoger la música adecuada, primero es necesario tener en cuenta distintos factores como el tipo de actividad a realizar, la intensidad, y el lugar donde será practicada.

Lo recomendable en líneas generales es que sea de un ritmo enérgico y fuerte, con letras positivas asociadas con el movimiento y un patrón rítmico que permita coordinar los movimientos ejecutados al entrenar. Se sugiere tener una variedad de estilos disponibles para las distintas intensidades que requiere cada actividad. Se ha demostrado que los resultados son más favorables cuando se selecciona música del agrado de la persona, por lo que es conveniente analizar los gustos y preferencias.

Son muchos los beneficios de la música en el rendimiento deportivo, por lo que siempre será un buen acompañante antes, durante y después del entrenamiento.

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