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Quizás pienses que, si corres y te cansas mucho, no estás en buena forma. Pero lo cierto es que es normal experimentar cansancio al empezar con el hábito de realizar esa actividad física. Para disminuir esa sensación limitadora, conviene seguir algunas sugerencias que ponen en práctica los expertos del running.

Indice de contenido

¿Qué hacer para correr sin cansarte tanto?

Es normal llegar a algún punto en el que ya no puedes continuar corriendo. Diversos aspectos propios, como el peso, la motivación y las reservas energéticas, influyen en eso.

No obstante, es posible tomar algunas medidas para aumentar tu nivel de resistencia. Así cumplirás tus objetivos, ya sea bajar de peso o incluso aplicar para una beca de atletismo en EEUU.

A continuación, verás 8 consejos que te serán de ayuda:

Hidrátate pero no te sobrecargues

Al practicar un deporte, es esencial mantener una buena hidratación. Eso se debe a que la insuficiencia de agua aumenta la fatiga y el cansancio. Además, beber agua reducirá las probabilidades de experimentar esas sensaciones, mareos y sequedad de boca.

A pesar de los beneficios del agua, debes evitar sobrecargarte antes de empezar a correr. El exceso de líquido hará que sientas mayor peso en el abdomen, y este se trasladará a tus piernas.

Aprende a controlar tu respiración

Estudio y observaciones de las inhalaciones

Cuando tu frecuencia cardíaca aumente, lo mismo pasará con tu frecuencia respiratoria. Pero respirar rápido y superficialmente solo hará que tu cuerpo descargue más dióxido de carbono. Eso complicará la oxigenación de tus células, acalambrando tus músculos o generándote dolor abdominal.

Por eso, tu forma de respirar es muy importante. Asegúrate de practicar la respiración por tu nariz, inhalando y exhalando a través de ella. Cuando estés corriendo, intenta respirar rítmica y constantemente. Además, fíjate en que el aumento de volumen se produzca en el abdomen, no en el tórax.

Mantén la postura correcta

Tener la postura correcta favorecerá la circulación y que la caja torácica tenga una apertura adecuada. Así que mantén tu espalda erguida, pero relaja los hombros para que los brazos se muevan rítmicamente. Puesto que la tensión en esa área, y el doblar mucho los codos, va a demandar mayor esfuerzo.

También es recomendable que mantengas tu vista al frente y que tu inclinación parta de los tobillos. Eso influirá en que la distancia se sienta más corta y se reduzca la carga que tienen las piernas.

Acorta tus zancadas

Otra recomendación, al empezar a correr de forma progresiva, es dar zancadas más cortas a un ritmo suave. Conviene alternar ese ritmo con algunos intervalos más intensos de andada rápida. Por supuesto, los minutos exactos de cada intervalo dependerán de la resistencia que tengas. Posteriormente podrás ir aumentándolos.

Como promedio general, es ideal dar unos 180 pasos, de corta extensión, cada minuto. De esa manera conseguirás guardar más energía, en comparación a la que gastarías intentando abarcar más terreno.

Usa el calzado y la vestimenta adecuada

La elección de las zapatillas para correr juega un papel importante en la comodidad que sentirás al realizar esa actividad. Estas deben tener cierto tiempo de uso, para que se amolden bien a tu pie, pero seguir en buen estado. De la misma manera, la vestimenta que uses ha de aportar confort.

Tienes que elegirla de acuerdo a la época presente y según la temperatura que predomine en el ambiente. No obstante, lo ideal es usar prendas ligeras especialmente diseñadas y fabricadas para la práctica de deportes.

Busca compañía

Asociación de amigos o compañeros

Una sugerencia, que puede parecer poco relevante pero en realidad resulta efectiva, es buscar compañía. Al hacerlo, te será más fácil conservar la motivación, porque te distraerás y se te hará más ameno correr.

Además, podrás aumentar tus ganas de superarte y aprovecharás la retroalimentación, con el propósito de obtener mejores resultados. Ahora bien, si no encuentras a nadie que quiera unirse a tu rutina, otra idea útil es escuchar música. Tener tu propia lista, con las canciones que más te gustan, te animará e impulsará a continuar.

Aliméntate bien

Cuidar tu alimentación también influirá en que puedas correr con mayor energía. El glucógeno son los carbohidratos que almacena el cuerpo como fuente principal de combustible.

Por eso, es bueno consumir alimentos con muchos carbohidratos antes de ir a correr. Así podrás hacerlo por más tiempo.  Algunas de las comidas que entran en esa categoría de “alto en carbohidratos” son las patatas, el arroz y la pasta.

Sé constante

Se constante en tu rutina para tener una mejoría

Al principio es natural notar una sensación molesta de asfixia o cansancio, pero no te desanimes. Si mantienes alta tu motivación, y eres constante en tu rutina, empezarás a percibir una mejoría cuando corras. Sobre todo si sigues los consejos mencionados antes.

Así, poco a poco, el cansancio será reemplazado por mayor resistencia y te sentirás cada vez mejor al entrenar.