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Las lesiones forman parte del día a día de todos los atletas que practican de forma amateur o profesional un deporte. Saber convivir con ellas, al tiempo en que se previenen, es fundamental para tolerarlas física y emocionalmente.

Las luxaciones de hombros son una de las más frecuentes en deportes de contacto y conocer qué hacer durante los primeros minutos representa una diferencia notable en la recuperación.

¿Qué hacer frente a una dislocación de hombro?

Una luxación de hombro ocurre cuando la cabeza del húmero se desvía fuera del eje natural de la escápula. Normalmente, la lesión se origina cuando se ha aplicado una fuerza considerable que desplaza el hueso de su posición habitual, aunque a medida que se envejece las luxaciones pueden devenirse por traumatismos menos intensos.

Los atletas que practican deportes de contacto, en especial algunos como baloncesto, balonmano, rugby y similares, lidian con estos traumatismos más que otros. Si las intenciones del deportista son competir a nivel profesional u optar por una beca de baloncesto en Estados Unidos, entonces es fundamental saber qué hacer durante los primeros minutos después de la lesión.

En este punto, es importante recordar que el hombro está rodeado por ligamentos, vasos sanguíneos, nervios y tendones que pueden haberse comprometido durante el trauma. También es posible que algún hueso haya sufrido fractura o que el músculo se haya desgarrado.

Es por esa razón que se debe inmovilizar el brazo, evitando con ello comprometer aún más el estado del hombro y así evitar también la perdida de becas para deporte en usa. Si es posible, se debe hacer con un cabestrillo o una férula o improvisar uno con materiales rudimentarios hasta que un especialista evalúe el daño.

Nunca se debe tratar de acomodar el hombro por cuenta propia, acción que solo está restringida para el personal médico cualificado. Existen varios tipos de luxaciones de hombro, de modo que el ángulo y dirección para volverlo a su lugar varía según sea el caso. Para tener una idea general, los tipos más comunes son los siguientes:

  • Luxación subcoracoidea: también conocida como luxación anterior. Es la más común de todas y sucede cuando el húmero se ha desplazado al frente de la articulación. El 95? los traumatismos del hombro son de este tipo.
  • Luxación subglenoidea: originada en contextos más bruscos, ocurre cuando el húmero se ha desplazado hacia el borde del glenoideo o en la parte posterior del eje de la escápula.
  • Luxación subclavicular: es la más grave de todas, aunque al mismo tiempo la menos frecuente. En este caso, el hombro se ha desplazado a la zona subclavicular.

Considerando esto, los desconocimientos de las personas sobre anatomía y del nivel de compromiso daño del área afectada, acomodar el hombro por sí mismo es algo que nunca se debe hacer.

Después de inmovilizarlo y asegurarlo con una férula, el individuo procederá a aplicar hielo para reducir la inflamación y el dolor muscular. Seguidamente acudirá a un especialista para naturalizar la posición de este y aplicar el respectivo tratamiento.

Tratamiento de una luxación de hombro

Para diagnosticar el nivel de compromiso de la lesión, el especialista optará por hacer una exploración física y después unas radiografías. En base a esto determinará el tratamiento y la mejor vía para posicionar el hombro en su lugar.

Para reducir el hombro, término con el cual se conoce en traumatología, el médico usará algunas de las técnicas de acomodación. Estas se realizan después de suministrar analgésicos, sedantes o anestesia al paciente, aunque es cierto que algunas son menos invasivas y no requieren de la mediación de un inhibidor de dolor.

La maniobra de Kocher, la Hipocrática, Davos, Cunningham, Stimson y FARES son solo algunas de las que puede valerse. Todo dependerá del tipo de luxación, el daño en el área y el nivel de dolor del paciente.

Después de acomodar el hombro en su lugar, se programará una terapia traumatológica de rehabilitación. Esta empezará un par de semanas después de la reducción, tiempo durante el cual el individuo deberá portar un cabestrillo de inmovilización.

Las terapias tendrán el objetivo de potenciar los músculos que rodean el hombro, recuperar paulatinamente la movilidad completa de la articulación y fortalecer el área en general para minimizar los futuros episodios de este tipo.

Es posible que el especialista recete fármacos para controlar cualquier infección o disminuir el dolor, así como que planifique sesiones posteriores a las terapias para evaluar el grado de recuperación.

Aunque todo dependerá de lo comprometida que haya sido la lesión, el paciente no retornará a sus actividades cotidianas entre 40 y 60 días después de aplicar el tratamiento.

Por todo esto, es importante poner en práctica algunos consejos para evitar luxaciones de hombros. Algunos de estos son:

  • Evitar hacer movimientos bruscos que motiven a una caída.
  • Realizar actividad física con la debida protección.
  • Hacer ejercicios de calentamiento previo antes de practicar un deporte.
  • Contar con la asesoría de un equipo médico en caso de que el atleta practique actividades de alto impacto.

Debido a que el hombro será más propenso a dislocarse en el futuro, el individuo debe tener estos cuatro principios en cuenta para minimizar episodios de este tipo.

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