Descubre cómo practicar deporte sin dañar las articulaciones

El dolor y la tensión muscular son algunas de las manifestaciones físicas que se suelen asociar a la actividad deportiva de alto impacto. Incluso es bastante común escuchar en los gimnasios la frase “si no duele, no sirve”, en referencia al esfuerzo y los resultados que deben obtenerse después de una exigente rutina deportiva. Lo cierto es que el grado de efectividad de un ejercicio físico no se mide por el umbral de dolor que experimenta el cuerpo, sino por la resistencia y el rendimiento que este va desarrollando.

Desterrado el mito del dolor y la efectividad de los ejercicios, descubre de qué manera puedes someter tu cuerpo a actividades deportivas sin tener que pasar por los molestos dolores articulares. En primer lugar recuerda que las articulaciones son unas de las áreas localizadas más sensibles de todo el cuerpo humano, ya que en este punto se encuentran dos o más huesos, los cuales y al recibir un gran impacto, reaccionan ocasionando una molestia que muchas veces desencadenan fuertes crisis de dolor.

Es por esta razón que nadie está exento de padecer una molestia en cualquier articulación por una intensa actividad física, las más frecuentes se dan en las rodillas, los tobillos, las muñecas y las caderas. Tampoco tiene que ver con la edad, ya que si bien es cierto que la musculatura y estructura ósea es más resistente durante la juventud, también es verídico que un movimiento mal ejecutado puede acarrear en graves consecuencias sin importar los años que se tengan.

¿Cuáles son los daños más frecuentes?

En ocasiones se puede llegar a confundir un leve dolor con cansancio o tensión, cuando en realidad podría tratarse de torceduras o inflamación de las articulaciones. La mejor manera de identificar qué tipo de dolor y daño estás sufriendo, es acudiendo a un especialista en fisiatría, traumatología o medicina deportiva.

Algunas de las lesiones más frecuentes pueden ser:

• La tendinitis: Es la más frecuente de las dolencias y no es más que la inflamación de un tendón, muy común en el codo para los que practican tenis o golf; en los hombros para las personas que juegan al béisbol y la rótula o tobillos en quienes hacen running.
• La espondiloartrosis: Relacionada al desgaste físico de los discos que conforman la columna vertebral. Esta patología es comúnmente asociada a las personas de avanzada edad y su efecto doloroso puede extenderse hasta las articulaciones.
• La fascitis plantar: cuando existe un dolor punzante e intenso en la parte posterior del pie, podemos estar frente a una inflamación del tejido que recubre el talón irradiando una molesta sensación de dolor hacia los dedos del pie.

Evita el dolor articular al practicar deportes

Si ya en el pasado has padecido de un dolor articular o sospechas de algún padecimiento, lo mejor que debes hacer después de consultar el médico, es reducir la intensidad de tu rutina deportivas.

También debes tener en cuenta que si sientes que la molestia persiste en las articulaciones inferiores como tobillos, rodillas y caderas, puede ser consecuencia del uso de un calzado inadecuado. En tal caso, asegúrate de contar con zapatos deportivos especialmente formulados para amortiguar los impactos y distribuir el peso de tu cuerpo.

Si practicas algún deporte que involucre peso, debes conocer la carga adecuada a tu resistencia para no sobreexigir a tu cuerpo más de la cuenta. Una pausa en tu práctica deportiva puede ayudar a aliviar o prevenir ciertas dolencias, recuerda que siempre habrá una disciplina que se adapte a tus necesidades.

Por ejemplo, si lo que buscas es reducir el impacto en las rodillas de un deporte como el correr, puedes alternar este con rutinas de natación, cuya exigencia calórica es igual o más demandante, pero gracias a la suspensión en el agua, los músculos y articulaciones no sufren tanto como en el terreno y en cambio se relajarán sin dejar de trabajar.

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El conocimiento de las diferentes actividades deportivas y su correcta puesta en práctica no solo te mantendrá alejado de la lesiones, sino que además te beneficiarán de por vida al permitirte una especialización profesional en la disciplina que más te apasione.

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